Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 16



Capítulo 16

Capítulo 16

Justo cuando Wynnie estaba a punto de empujar la puerta para entrar en el local, Kathleen le sujetó la mano.

Ella también había escuchado lo que Samuel habia dicho.

Afirmó que podia hacer que donara su médula ósea en tres dias.

¿Qué piensa hacer? La atará en una cama de enfermo y la obligará a donar su médula ósea?

Wynnie miro de reojo a Kathleen, observando que a ésta ya se le llenaban los ojos de lágrimas, pero se había propuesto no llorar aunque se sintiera agraviada.

Wynnie solto un suspiro antes de llevar a Kathleen lejos.

Al sentir que habia alguien fuera de la habitación, Samuel salió a comprobarlo, pero no encontró a nadie detras de la puerta.

«¿Fue una ilusión?

Mientras tanto, Wynnie llevó a Kathleen de vuelta a la sala.

Después de cerrar la puerta, dijo:

-No te preocupes. Samuel nunca será capaz de forzarte mientras no estés de acuerdo con esto. ¿Cómo se atreve a actuar como un dictador?

-Gracias, Wynnie. – Kathleen juntó sus labios en una fina linea.

Aunque Wynnie era la madre biológica de Samuel, siempre había sido protectora con Kathleen.

Wynnie se lamento:

-Kathleen, tienes una personalidad demasiado tolerante. ¿No sabes que sólo haciéndote la débil serás atendida? Samuel no te cuidará si sigues siendo un felpudo.

– Pero no podré permanecer a su lado si no lo tolero. -Kathleen se mordió el labio con los dientes.

-¿Por qué has ido hoy al Ayuntamiento?-Wynnie estudió a Kathleen.

Kathleen era una mala mentirosa, asi que Wynnie supo lo que ocurria nada más poner los ojos en ella.

— Yo… –Kathleen dudó en hablar

Si le decia la verdad a Wynnie, toda la familia Macari lo sabria.

-¿Pensabas pedir el divorcio? -Wynnie la miro de reojo- ¿Están Samuel y tu planeando seguir adelante con el divorcio antes de informar a alguien más?

Kathleen bajo la cabeza con timidez

-Ustedes dos son una molestia. -Wynnie estaba furiosa- ¿No saben que tendran un gran problemas

abuela politica se entera de esto?

Lo que Wynnie quería decir es que Diana se enfadaría si supiera que Samuel y Kathleen iban a pedir el divorcio,

Diana tenia mala salud, por lo que cacria enferma si llegaba a montar en cólera. Sería desastroso que eso ocurrierá por casualidad y que le ocurriera algo malo a Diana.

Kathleen se mordió el labio.

–Wynnie, no lo sabrá si nadie se lo dice.

-¿Crees que esa ztrra de Nicolette puede contener su lengua? -Wynnie preguntó con exasperación. Ella podria incluso hacer un anuncio público de inmediato. Si ese es el caso, la vieja Sra. Macari se enterará.

Era imposible mantener las cosas en secreto para siempre.

Aunque Diana nunca salió de casa, vivía en una época moderna. Se conectaba con su teléfono, asi que era imposible ocultarle cosas.

Kathleen guardo silencio.

«¿Qué debo hacer? ¿Debo continuar con este estancamiento con Samuel?>> All content © N/.ôvel/Dr/ama.Org.

Grr!

El estómago de Kathleen gruno sin previo aviso, sobresaltando a Wynnie.

Kathleen se sintió un poco incómoda. No habia comido nada en todo el dia.

– iSamuel, este bastardo! ¿Ni siquiera te invito a comer? -Wynnie estaba echando humo.

«Toda su atención está en esa amante a pesar de que su esposa está en el hospital. ¡Ni siquiera es consciente de que ella tiene hambre aqui! No es de extrañar que Kathleen se empeñe en pedir el divorcio,

-Wynnie, puedo comprarme el pan más tarde. – Kathleen queria calmar la ira de Wynnie.

Wynnie la miró con complicidad.

-Espera un momento.

Después, Wynnie buscó su teléfono para marcar un numcro.

Hola, todavia estas en el trabajo? Prepara una comida y enviala al hospital. Mi nuera está hospitalizada. Si. Necesito algo sabroso y nutritivo.

Wynnie se volvió para mirar a Kathleen después de colgar,

– He pedido una comida abundante a Mila. Estará aqui en un momento.

La mujer que menciono Wynnie era su amiga intima y una chef de cinco estrellas capaz de cocinar deliciosos platos.

Los que querían probar su comida tenían que reservar una cita, y la lista de espera llegaba hasta el año que viene. Sin embargo, Wynnie fue capaz de arreglar todo con sólo una llamada telefónica.

En cierto sentido, ella era la dominante.

Mila Hunter llego veiate minutos después con un montón de cosas.

Wynnie le quitó las cosas mientras le decía:

-Gracias por tu duro trabajo, cariño.

– No hace falta que seas tan formal conmigo. -Mila se volvió para mirar a Kathleen-. ¿Por qué fuiste hospitalizada, Katie?

-Yo… -Kathleen no estaba segura de cómo debia explicar.

-¡Oh, es exasperante! Alguien intentó conspirar contra Katie, pero un policía la rescató. Ese policia sufrió graves heridas y sigue en la unidad de cuidados intensivos -explicó Wynnie.

-¿Que? – Mila estaba sorprendida.

Se acercó a la cama del enfermo y comprobó como estaba Kathleen. Mientras ahuecaba las suaves mejillas de Kathleen con ambas manos, preguntó:

-¿Estás bien?

-No es nada. -Kathleen negó con la cabeza.

-Genial. Si te pasara algo, tu suegra pondria el grito en el cielo – bromeó Mila.

Wynnie saco todos los platos que Mila habia traido.

-Ya lo creo.

-Tu suegra queria una hija, pero tu suegro pensaba que el parto era demasiado doloroso. Al final, sólo tuvieron a Samuel, su único hijo -dijo Mila-. Por eso te trata como si fueras su hija.

-Si, lo sé. – Kathleen era consciente de que Wynnie era muy amable con ella y la queria como lo haria una madre, mientras que ella también quería y respetaba a Wynnie.

Mila también adoraba a Kathleen debido a su relación con Wynnie.

De hecho, todos los miembros y parientes de la familia Macari eran amables con ella, siendo Samuel la unica excepción.

A veces, Kathleen no podia evitar pensar que la razón por la que no podia decidirse a divorciarse de Samuel y dejarlo de una vez por todas era quizás que tenia a toda esa gente amigable a su alrededor

-Vamos. Corne algo. -Wynnie puso la comida delante de Kathleen.

Mila miró a su alrededor.

– Por cierto, ¿dónde está Samuel?

Wynnie suspiro impaciente.

-Está arriba

Mila comprendió de inmediato la situación. Con el ceno fruncido, murmuro:

– iSamuel se ha pasado de la raya! Iré a buscarlo.

–No haga eso, señora Hunt. -Kathleen retuvo a Mila-. Déjalo estar. Estoy bien y ya no me importa.

Es cierto que ya no le importa.

Mila la miro disculpándose.

-Samuel se arrepentirá de esto.

Wynnie asintió.

-¡Definitivamente! Lo mejor seria que se arrepintiera tanto de esto que se arrodillara delante de Katie mientras llora a lágrima viva.

-¡Sí! – A Mila no le pareció suficiente-. Kate, será mejor que no le perdones asi nomas para entonces!

Kathleen no sabia qué decir. «¿No se supone que ustedes dos son la madre y el socio cercano de Samuel?»

De repente, Kathleen tuvo una arcada al sentir que se le revolvia el estómago, asi que salto de la cama para correr al lavabo.

Wynnie y Mila intercambiaron miradas.

Al cabo de un rato, Kathleen volvió con la cara pálida.

-¿Qué pasa, Katie? –Mila la miró desconcertada-. ¿Te sientes mal?

-Siento haberla preocupado, Sra. Hunt. Me sentia mal del estómago. Ayer habia visto a un médico - explicó.

Estaba decidida a ocultar el hecho de que estaba embarazada.

Si se descubriera, la familia Macari nunca aceptaría su divorcio y querría que diera a luz al bebé. Sin embargo, ella sabia que eso no importaria, pues Samuel nunca cambiaria de opinión, ni ella habia planeado atarlo con su hijo.

Los niños eran personas, no herramientas.

Ella sola amania y cuidaria a sus hijos, por lo que no necesitaba a nadie mas.

Por lo tanto, estaba dispuesta a abandonar aquel lugar en el que habia demasiadas personas e incidentes que la habian perjudicado.

A pesar de que Diana, Wynnie y Mila fueron muy amables con ella, le dieron ganas de irse.


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