Chapter 12
Chapter 12
La atmósfera era demasiado tensa, que obligó a los demás presentes a retroceder, alejándose de los dos lobos macos que estaban exudando tantas feromonas que era asfixiante. Will, detrás de Dixon tragaba en seco, secando el sudor de su frente, ante la presión existente.
-Alfa-lo llamó, pero los dos lobos parecían tener un conflicto de gruñidos, potentes y amenazantes. Sobre todo, el recién llegado, que, para ese momento, no le quedaba nada de sonrisa en su rostro y fulminaba con la mirada al actual alfa.
-Vete de mi manada- Dixon gruñó con los dientes apretados. Ethan por su parte, soltó un bufido grave. -Y dejarte con todo. Ni en tus mejores sueños. Además, ahora hay algo más que está en este lugar y me interesa recuperarlo. Y Dixon supo de que estaba hablando. Si antes estaba molesto, para ese momento ya había perdido la mayor parte de su paciencia. Sus garras se desenfundaron por completo, y solo no le saltó encima a desgarrar la garganta de aquel que osaba buscar tanto el mandato de la manada como su mate, porque el beta se puso entre ellos. -APÁRTATE-los dos respondieron a la vez y no fue solo el beta, los presentes que quedaban cayeron de rodillas, petrificados y en total sumisión.
Acto seguido un largo minuto de silencio.
Ambos habían hablado a la vez creando una resonancia que habían puesto un control que ninguno, por si solo lo había experimentado antes. Los dos se miraron controlando un poco sus instintos para no matarse en ese momento. No comprendían la situación. Tampoco conocían la existencia del otro.
Y había una pregunta que desde que se vieron les rondaba la cabeza a los dos. ¿Por qué eran idénticos?
Creo que eso podemos hablarlo con más calma- la voz del beta intervino de pronto y los cuatro orbes dorados se fijaron en él.
Habla rápido – Dixon ordenó. Deseaba tener respuestas, y pronto. Will tragó en seco
Primero vayamos a la sala central de la casa del alía Mandaré a buscar al lobo más longevo y curandero de la manada y esperemos la respuesta de él declaró en un tono suave, buscando 101) (onsenso en ese momento.
No lo dejaré entrar a la manada pero Dixon aún estaba renuente.
No necesito tu permiso Yo también tengo el mismo derecho a reclamar la posición del alla. la monipta nurvanente se volvió densa y el betaluvo que pensar rápido
Lit pro hacia Dixon El tiene razón. Aitbos poseen el mismo color de ojos, y además, su FTPdo pindi cutible varercó y le susurró de forma que el lobo de cabello uscuro fue el HIDIT111 puro y La Si lo heci” 5e monentu, aln analizar bien la situación, su
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Si solo fuera eso nada más. Dixon cada vez se volvía más loco al reconocer el olor de el que era el que estaba sobre el cuerpo de su mate. El que la había marcado. Renuentemente asintió mostrando sus colmillos. Còntens bel0ngs to Nô(v)elDr/a/ma.Org
-Vigilenlo-ordenó y aunque Ethan entró y los siguió, dos guardias caminaron detrás de él vigilando cada uno de sus pasos.
Y aunque entraron a la casa Dixon, al momento, comenzó a atestar el lugar de densas feromonas para ocultar el olor de su mate, que aun encontró allí. Ella había sido obediente y se había quedado tranquila, eso le gustaba. Lo que si le incomodaba era la presencia del lobo detrás de él que volvía a
esbozar una sonrisa. Como indicándole que aquello era en vano. Dixon supo que aquel macho ya la había encontrado
Después de todo, para eso existían las marcas
Carinaron hacia una sala lateral y se quedaron allí El beta, el alfa, el recién llegado, los dos guardias, y pronto un lobo más joven que ayudaba a uno de tan avanzada edad que no podia caminar solo. Los cientos de años habían caido sobre él tanto en aspecto como en sabiduría. El de seguro podría dar una respuesta clara y sacarlos a todos de las dudas.
Lo dejaron sentar en el sofá de alli y Will se arrodilló a su lado susurrándole toda la situación al oido para que fuera capaz de oirla. Dixon y Ethan esperaron uno parado al lado del otro. Usaban toda su fuerza de voluntad para mantener la bestia interior a raya. Si alguno cedía correria la sangre entre ellos. Ninguno de los dos era débil y ambos tenían sus ideas bien claras. Ser el vencedor
El lobo adulto alzó la cabeza temblorosa y abrió los ojos. Sus iris algo difusos los enfocaron. Y cinco segundos después negó con la cabeza.
-No puedo decidirlo- su voz era temblorosa pero segura – Ambos… pueden ser… el alfa.
Un gemido colectivo se escuchó.
-¿Es posible que la luna haya tenido gemelos durante el nacimiento?- el beta presionó un poco ante la impaciencia que estaban mostrando los dos lobos que no salían del callejón sin salida
El lobo adulto giró la cabeza hacia él.
-Puede que si.. puede que no- declaró- La luna… tuvo hizo el nacimiento… sola. Cuando la encontramos… solo había un… cachorro,
-Entonces como se explica él – Dixon apretaba sus brazos cruzados encima de su pecho. Era un hecho de que casi parecían hermanos gemelos sino fuera por el cabello rubio
– ÉL… se parece a la luna, …usted al alfa… hay una gran posibilidad… de que hayan sido dos… gemelos.
-Eso no es posible – Ethan interrumpió por primera vez desde que entró y todas las miradas se posaron en él – Mi padre es el alfa, por eso mis ojos dorados, pero mi madre murió hace solo un ano. No puedo ser hijo de la luna que ustedes dicen- había desprecio en sus palabras – Yustedes mismos lo dijeron, la luna anterior dio a luz sola, que garantia haya de que él sea el hijo del alfa. El lobo mayor sonrió ligeramente. Si Dixon no tuviera los ojos doraros no habría dudas de que el lobo rubjo seria el que tomara el manado, pero la situación no era así de simple. Al igual que había muchos secretos de la relación del alfa anterior y hasta rumores del pasado de infidelidad a su lufia. Nunca se habían verificado, pero si habían existido.
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-Hay… una forma de saber la… verdad – se inclinó hacia el beta y le susurró algo al oído. Este palideció un poco ante lo que le pidió.
Se levantó y camino hacia Dixon.
– Alfa, dice que es necesario preparar el ritual lunar de sangre para saber la verdad. Es la única forma de verificar quien es el verdadero hijo del alfa.
-¿Ritual?- Dixon había pasado más tiempo entrenando que aprendiendo de cuestiones tan sofisticadas como aquellas, que se usaban una vez cada cientos de años. -Sí, es un ritual sencillo pero muy certero y lleva un protocolo. Se debe mezclar una gota de sangre de usted con la de su
padre, al igual que él. De esta forma se comprobará si realmente la legitimidad del linaje y si realmente son familia. En momentos como estos es necesario. Ya comenzaron a comentar-lo último lo dijo en voz baja. Dixon entrecerró los ojos. Era más fácil rechazar aquello, pero a la altura que estaban, si lo hacía su respeto como alfa peligraría. Y estaba seguro que él… era el legitimo heredero de esa posición.